Te habrás encontrado en más de una ocasión con una etiqueta energética, puede que la hayas visto en algún electrodoméstico o en aparatos de climatización. Si te preguntas qué es la etiqueta energética y para qué sirve, te explicamos al detalle cómo interpretarla y los beneficios que puedes obtener gracias a este tipo de clasificación.
¿Qué es la etiqueta energética?
La etiqueta de eficiencia energética es un adhesivo que muestra la calificación energética de un electrodoméstico o un edificio según una escala que evalúa su consumo.
Esta escala de clasificación está dividida en colores y 7 letras correlativas, de la A a la D: siendo A la mejor calificación (color verde) y D la menos eficiente que se puede obtener (color rojo). Dentro de la clasificación A existen 3 clases más de eficiencia energética, que se identifican con tonos verdes más intensos: A+, A++ y A+++.
En las etiquetas más antiguas, anteriores a 2010, esta clasificación abarcaba de la A a la G, siendo A la categoría más eficiente.
Visualmente es muy sencillo saber a qué escala de eficiencia energética pertenece cada aparato:
- Los colores verdes, especialmente cuando más oscuros son, señalan una mayor eficiencia energética.
- Por contra, los tonos naranjas y rojos señalan las eficiencias más bajas.
Fuente de la imagen: Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico.
La etiqueta de eficiencia energética es por lo tanto, una herramienta informativa al servicio de los compradores que sirve para conocer de forma rápida la eficiencia energética de un electrodoméstico o un edificio. Además, existen otro tipo de etiquetas energéticas como las de los automóviles. Estas etiquetas incluyen los datos sobre consumo y eficiencia que aportan los fabricantes. Al mismo tiempo, promueven el ahorro energético y la protección medioambiental.
¿Es la etiqueta de eficiencia energética obligatoria?
El etiquetado energético está regulado a nivel europeo y la información que contiene la etiqueta se basa en las normas establecidas en la Legislación Europea. Por lo tanto, sí es obligatorio que esta información aparezca en los electrodomésticos. Aunque esta regulación no afecta a todos los electrodomésticos del hogar, los electrodomésticos que deben incluir la etiqueta energética son:
- Frigoríficos
- Congeladores
- Lavadoras
- Lavavajillas
- Secadoras
- Aspiradoras
- Campanas extractoras
- Lámparas y bombillas
- Termos y calentadores de agua
- Hornos eléctricos o a gas
- Aire acondicionado
- Televisores y pantallas
Obligatoriamente debe exhibirse de forma visible en los aparatos a la venta. De esta forma, en el momento de compra los consumidores no solo nos guiaremos por el precio, sino también siguiendo criterios medioambientales.
No obstante, la clasificación actual tiene los días contados debido a una nueva ordenación impulsada por la Comisión Europea que, previsiblemente, entrará en vigor en el año 2021. La nueva clasificación volverá a la escala de la A a la G y conllevará también otros cambios.
La eficiencia energética de los electrodomésticos
La etiqueta energética informa de los valores de consumo de electricidad y agua del aparato, es decir, de su eficiencia energética. También informa de las prestaciones del electrodoméstico en cuestión con distintos indicadores.
Aquellos electrodomésticos con una etiqueta energética A+++, A++, A+, son los más eficientes, y los B que tienen un consumo moderado. Por su parte, los aparatos con clases C y D son de alto consumo y no merecen la pena si se van a usar a diario. A pesar de ser más baratos, consumen más energía cuando están funcionando de forma normal para cumplir su función. Si hablamos de una lavadora o un lavavajillas, esto significa más electricidad y agua.
¿Qué datos contiene la etiqueta energética de nuestros electrodomésticos?
- Denominación del tipo de aparato
- Marca y modelo del electrodoméstico
- Consumo de energía anual en kWh
- Ruido en decibelios que genera el aparato
- Fabricante
- Capacidad (litros):si se trata, por ejemplo, de una nevera o un congelador.
En el caso de las lavadoras y secadoras, también se recoge la velocidad máxima de giro y si se trata de un lavavajillas, el consumo de agua por cada ciclo.
¿Puedo ahorrar comprando aparatos y electrodomésticos más eficientes?
Sin duda la respuesta es sí. Aunque los aparatos en las escalas más altas del etiquetado energético (A+++, A++ y A+), es decir, los más eficientes, suelen ser también más caros, no es conveniente descartarlos por este motivo, ya que a la larga la cantidad invertida se amortiza gracias al ahorro energético que suponen.
Según los expertos, los electrodomésticos de la escala A+++, A++ y A+ presentan un consumo entre un 25% y un 42% inferior al de los aparatos menos eficientes. Algunos electrodomésticos con la etiqueta energética A+++ pueden incluso llegar a consumir hasta un 50% menos de energía que un aparato de la categoría D.
Se calcula que si la vida útil del electrodoméstico es de diez años, ¡el ahorro puede ser de hasta 800€ a lo largo de todo el periodo!
A la hora de adquirir un electrodoméstico, la etiqueta energética es un factor fundamental, aunque no el único. Comprar un aparato eficiente permite que los consumidores ahorremos al final de mes en la factura de la luz, pero hay otros aspectos que debemos de tener en cuenta: el tipo de energía con el que cuenta la vivienda, el uso que se le va a dar al electrodoméstico y la garantía que nos ofrece el aparato.
¿En qué se diferencia la etiqueta energética del certificado de eficiencia energética?
Aunque son conceptos relacionados y su funcionamiento es similar, no hay que confundir el etiquetado energético (el adhesivo) con el certificado de eficiencia energética.
Este último, también conocido como certificación energética hace referencia a un documento oficial otorgado por un técnico competente, donde consta un análisis riguroso de las características energéticas y emisiones de CO2 de un inmueble o vivienda.
Al igual que la etiqueta, el certificado clasifica los edificios mediante una escala de siete letras de la A a la G y colores.
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Ahora que ya conoces para qué sirve el etiquetado energético y cómo puede afectar a tu consumo en función de los tipos de eficiencia energética de cada electrodoméstico de tu hogar, solo queda conocer cuál es la tarifa que mejor se adapta a tus necesidades.
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