Cada vez son más las personas que deciden cambiar sus suministros de gas propano, butano o electricidad por una energía más limpia e ininterrumpible, como el gas natural. Si estás pensando en contratar el suministro de gas natural, te contamos los aspectos que debes de tener en cuenta para realizar las instalaciones de gas natural en tu hogar.
¿Por qué elegir una instalación de gas natural?
El gas natural es uno de los combustibles con una implantación más extensa y de más fácil acceso a nivel general. España cuenta con una amplia red de gaseoductos y redes de distribución. Todo esto sumado a la sencillez de su uso, su precio estable y que las instalaciones de gas no presentan demasiada complejidad, lo convierten en la opción más deseada por los usuarios.
Además, existe un amplio conjunto de instaladores de gas natural y técnicos de mantenimiento acreditados por las autoridades competentes para llevar a cabo los trabajos necesarios.
Las ventajas del gas natural frente a otras energías
Instalar gas natural es una buena alternativa por las ventajas que presenta frente a otro tipo de energías:
- Se trata de un gas de alto rendimiento y muy eficaz en cualquier momento del año.
- Múltiples funciones: Se puede usar para generar calor, para el agua caliente o la calefacción.
- Es una energía limpia que no emite residuos nocivos al medio ambiente.
- El suministro de gas natural no se agota ni sufre cortes, excepto por razones de impago.
- Su precio es de los más económicos y estables del mercado.
- La amplia red de gasoductos y redes de distribución hacen que no se necesite depósitos para su almacenaje, lo que la convierte en una energía más práctica.
- El gas natural es muy seguro en comparación con el resto de combustibles. Además, tanto su instalación como su caldera son inspeccionadas con frecuencia.
Aspectos a tener en cuenta de las instalaciones de gas
Antes de ponernos en marcha con la implantación de las instalaciones de gas natural, debemos considerar algunas cuestiones previas:
¿La red de suministro llega a tu localización? Es importante verificar este punto asegurándonos de que la red de distribución llega a las inmediaciones de nuestra vivienda. Si vives en un edificio o comunidad, también es necesario comprobar si la vivienda cuenta con instalación de gas natural. Puede que aunque nuestra vivienda no cuente con instalación previa, el edificio o comunidad sí cuente con la instalación receptora y solo tengamos que realizar la parte correspondiente a la derivación individual.
Contar con una acometida de gas es elemento imprescindible para poder contar con suministro de gas natural, ya que tiene la misión de conectar la instalación de la vivienda y la red de distribución de gas.
Asegúrate de que la vivienda cuenta con las rejillas de ventilación adecuadas: las zonas donde se encuentra la caldera, la cocina o los equipos que utilizan gas natural deben contar con rejillas de ventilación. Al ser un gas más ligero que el aire, estas zonas de ventilación deberán estar situadas en las zonas superiores. Deben mantenerse en buen estado y no taparse bajo ninguna circunstancia.
Cuenta con que deberás revisar cada cinco años la instalación de gas: La legislación obliga a superar cada cinco años una inspección de la instalación receptora de gas. Esta revisión deberá ser realizada por una empresa debidamente acreditada o por la compañía distribuidora.
Contrata siempre instaladores de gas autorizados en tu Comunidad Autónoma. Estos organismos suelen tener a disposición de los ciudadanos listados actualizados con los técnicos acreditados para cada tipo de instalación.
¿Cómo puedo instalar gas natural en mi vivienda?
Una vez realizadas todas las comprobaciones anteriores y ahora que sabemos que la instalación va a ser viable, toca el turno de empezar con la instalación.
Si llegados a este punto, en tu localización no hay disponibilidad de gas natural, deberás ponerte en contacto con una empresa instaladora, la cual se encargará de realizar una acometida.
Esta instalación la puede llevar a cabo o bien la empresa de gas natural o bien una empresa instaladora certificada. Recuerda que las únicas que pueden instalar gas natural en tu vivienda de manera legal son las empresas autorizadas.
La otra opción es que contactes con la distribuidora que abastece tu zona. Ésta te enviará a un técnico para que haga un informe sobre las características que deberá tener tu instalación y su coste.
Si ya existe esa instalación previa, por tu parte tan solo tendrás que proceder a realizar un cambio de titularidad. Una vez instalado todo, y a tu nombre, el siguiente paso sería conseguir el Certificado de instalación de gas natural para probar que su uso es viable. El certificado se debe presentar siempre en uno de estos tres casos: en el caso de vivienda nueva, cuando se realicen modificaciones o reformas que afecten a la instalación y/o en casas en las que el servicio de gas estaba dado de baja durante mucho tiempo. Este certificado puedes solicitarlo a la empresa instaladora.
Dar de alta el gas natural
El último paso es dar de alta el servicio, para ello tendrás que tener a mano el Código CUPS de tu vivienda o local. Es un código único, que permite identificar un punto de suministro de energía. Algo así como el DNI de tu instalación de gas que puedes obtener llamando a la empresa de suministro.
Con todo esto, ya tendrías la instalación de gas natural terminada, ahora solo queda que elijas la tarifa correcta que mejor se adapte a tus necesidades y comenzar a disfrutar de todas las ventajas del gas natural.
¿Conoces nuestra Tarifa Gas Limón?
Con la Tarifa Limón de gas consigues el precio del mismo a coste de mercados mayoristas: el precio del gas sin margen, por sólo 9,90 €/mes. Suena bien, ¿verdad?
Tanto si utilizas el gas solo para el agua caliente como si lo necesitas para la calefacción, ¡adapta tu tarifa a tus necesidades! Consulta nuestras tarifas o ponte en contacto con nosotros, estaremos encantados de resolver tus dudas.
Da el salto a la energía limpia y exprime tu energía con LIMÓN ENERGY.